La Cuevita

 

La Cuevita

Tengo que escribir. Por mucho tiempo lo eh estado contemplando. Esperando el momento, la inspiración, el tiempo adecuado para hacerlo. Me eh detenido más de tres veces. Mis pensamientos han asaltado el deseo de empezar. El deseo de fluir con mente abierta y dedos en punta. Lo que puede ser saludable para mí y otros suele escapar de mis acciones. Pero lo bonito a veces requiere un esfuerzo extra. Lo que nací para hacer requiere el sacrifico del yo egoísta, pesimista, y perezoso. Sacrificio sangriento. Sacrificio sin misericordia.

No mal entiendas, el ego, la pereza, y el pesimismo pueden ser amigos que toman tu mano y te llevan a explotar ciertas cosas de la vida que matan y reviven. Pero lo bueno cuesta. Lo que ayuda cuesta. Lo que se siente dentro requiere un poquito de apoyo para salir. Para salir de esa cuevita. De esa cuevita donde se esconde todo. Así que aquí estoy, escribiendo para mí y para ti. Empezando y terminando. Sacrificando el que será, el no podre, y el a quien le importa.

Amen

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